Por Sebastián Morales, Natalia Farías y Agustina Fazio
“Sin acción, no hay derechos”. Por eso los jóvenes de META Uruguay se pusieron en acción apenas empezó el año para seguir reflexionando y proponiendo sus ideas sobre diferentes temas relacionados con el desarrollo inclusivo. Esta vez no lo hicieron solos, sino junto a otro grupo de jóvenes activistas, “Jóvenes Alentando a la Vida”.
Con apoyo de UNFPA, representantes de ambos grupos se reunieron en Montevideo el 16 y 17 de febrero para conocerse, intercambiar experiencias y planificar acciones. El clima general de estos dos días fue de encuentro, alegría y complicidad.
“Tenemos que ser más pícaros”, dijo Carolina, y todos coincidieron: las acciones de los jóvenes siempre desafían, rompen barreras, buscan defender sus derechos con fuerza y compromiso pero sin perder la frescura, la picardía.
La combinación perfecta entre juego y trabajo
Los chicos y chicas de META y JAV, que llegaron desde distintas partes del país, empezaron por integrarse y conocerse a través de distintas dinámicas de juego. Claro que ninguna actividad lúdica es inocente: utilizaron estrategias de inclusión, unos apoyando a otros para adaptar las propuestas y jugar juntos, y finalmente reflexionando para aprender de las experiencias.
Diálogos intergeneracionales
Para seguir conociéndose, identificando experiencias y enseñanzas, META presentó su trabajo en Red Mandela y el proyecto Reconocer-nos, mientras que los miembros de JAV compartieron su última campaña de concientización sobre VIH.
Luego, los jóvenes recibieron a activistas expertos para realizar los llamados Diálogos Intergeneracionales, donde Juan Meré, Natalia Farías y Antonia Irazábal compartieron su trayectoria y su visión sobre el activismo por los derechos; dando lugar a preguntas, anécdotas y un interesante intercambio entre distintas generaciones de líderes.
Viñetas y nuevas propuestas
El segundo día del encuentro los jóvenes trabajaron en subgrupos en Casa INJU, animándose a proponer y hablar sobre Educación y Salud Sexual y Reproductiva. Lo hicieron a partir de viñetas, o casos reales que dejaban claras algunas barreras, físicas o sociales, que enfrentan las personas con discapacidad para el cumplimiento de sus derechos.
Basados en estos casos y en sus propias experiencias, pensaron en estrategias creativas para superar esas barreras y seguir avanzando hacia una sociedad cada vez más inclusiva. El objetivo final fue generar un plan de acciones colaborativas, llevadas adelante por jóvenes en sus ciudades, en centros de estudios, en centros recreativos y otros ámbitos.
Sin acción, no hay derechos… ¡y tampoco sin un poco de picardía!